Sunday, February 23, 2014

Para un nuevo mundo

Una nota abierta a todos los que buscan un nuevo y mejor mundo:

No faltan personas que buscan organizarse para lograr algún cambio social. En la unión está la fuerza, se dice. Hay grupos que intentan lograr diversos cambios sociales; algunos buscan menos de lo mismo, otros más de lo mismo o alguna mezcla particular, y lo habitual parece ser que la humanidad esté unida y dividida en su diversidad de perspectivas. Para otros la indiferencia define, en los hechos, su posición real. Cualesquiera sean los objetivos de sus esfuerzos, la efectividad de un grupo depende en buena medida de las destrezas de sus miembros y no del exterior; es decir, de lo endógeno y no de lo exógeno. Yo pertenezco a un grupo que se llama especie humana y que habita en la biósfera del planeta Tierra, y para aportar a la efectividad de este grupo intento discernir los tipos de cambios que hacen falta. Uno de esos cambios consiste no en persuadir a los demás para que acepten determinada idea, sino en persuadirme yo mismo de la importancia de la destreza para cambiar mi propia mentalidad.

Si hay una educación que nos salvará, como no pocos dicen que la hay, es aquella que sirva para identificar y corregir el error propio.

Un relato dice:

«Le preguntaron a Napoleón cómo organizaba a los ejércitos que lo llevaron a conquistar el mundo conocido de su época. Napoleón respondió que era simple: un soldado puede ser inteligente o tonto, y puede ser holgazán o entusiasta.

Al inteligente y entusiasta lo nombro capitán de batallón pues sabe qué hacer y puede reunir a las tropas para hacerlo.

Al inteligente y perezoso lo nombro general pues también sabe qué hacer pero no desperdicia energía en algo que no es necesario hacer.

Al tonto y perezoso lo nombro soldado raso.

¿Qué pasa con el tonto y entusiasta? A ese lo fusilo antes de iniciar la batalla.»

Entonces, quizá, al buscar un nuevo y mejor mundo debemos evitar el estorbo que representa la combinación entre entusiasmo y necedad. En particular si ponemos nuestras facultades individuales al servicio de intereses colectivos. Sí, de acuerdo, la unión hace la fuerza, pero no sólo se necesita unión por sí misma sino también inteligencia. Sugiero, para conquistar un nuevo mundo en los términos del relato, que las computadoras realicen el trabajo del capitán de batallón y del soldado raso, y los humanos hagamos el trabajo del general. Para lograr eso se requiere practicar la ciencia y el arte de pensar de manera crítica, creativa y empática.

En otras palabras, si alguien decide poner sus facultades al servicio de alguna de tantas agrupaciones que buscan un nuevo y mejor mundo, entonces por favor evite la combinación exceso de entusiasmo y necedad.

Algunas agrupaciones que buscan un nuevo y mejor mundo, entre muchas otras:

- Congreso popular.

- International organization for a Participatory Society.

- The Zeitgeist Movement.

Thursday, February 13, 2014

Filosofía y cambio

Ante la simple pregunta: ¿alguien puede decir que la filosofía le haya servido para algo?

Respondí:

En el pasado fui un extremista religioso de un radical talante dogmático, un tenaz militante del más riguroso ascetismo cristiano por más de veinte años. Durante ese tiempo no desatendí la investigación y el aprendizaje sobre teología y luego sobre el pensamiento científico. Esa indagación me llevó a encontrar por primera vez el pensamiento crítico y los aspectos más básicos para pensar filosóficamente. Aprendí que un rasgo de ese pensamiento es la autocrítica. Así que por integridad intelectual y ética reconocí una gran cantidad de equivocaciones y errores crasos en mi mentalidad pasada. Como consecuencia, hace años que abandoné el cristianismo y toda religión institucional dogmática. Reconocí una realidad personal tan clara y brutal como ineludible: soy un analfabeto científico-filosófico. Permanezco a la fecha en ese mismo estado de analfabetismo, pero tengo un programa personal y multianual de investigación científica y filosófica; el cual no me sacará de dicho estado, pero aspiro a que me sirva para lograr una medida sobria de la colosal dimensión de mi ignorancia.

El ejercicio filosófico personal, autocrítico, es para mí ahora un rasgo de madurez, en un sentido amplio. La filosofía ha cambiado el rumbo de mi vida, y tengo previsto que lo haga múltiples y repetidas veces en adelante.

En lo colectivo, la filosofía, al parecer, no ha servido aún para resolver los problemas de la sociedad, como el problema de la pobreza económica o de la esclavitud. Aun muchos griegos clásicos, famosos filósofos helenistas, tenían esclavos y no parece que repararan en lo problemático de tal condición. No lo veían como un problema, tal como muchos hoy no ven a la miseria económica como un problema sino tal sólo como un rasgo inherente e inevitable de la condición humana.

Quizá esto es así pues la filosofía sigue usurpada por una especie de casta sacerdotal académica que para justificar sus salarios y beneficios no divulga con claridad que la filosofía, en sus rasgos más básicos, debe ser una estrategia general de auto-reeducación. Parece necesario retomar el proyecto inacabado de la Ilustración, se requieren proyectos de neo-Ilustración: Iluminismos.

Monday, February 3, 2014

¿Sólo feminismo o algo más?

Imagen: una joven mujer con el torso desnudo y con una corona hecha de flores, con una mano sostiene una hoz ensangrentada y con la otra mano en alto sostiene unas gónadas masculinas, igualmente ensangrentadas.

La imagen podría apreciarse directamente en el sitio en Internet del movimiento feminista radical llamado Femen.

¿Cuáles problemas filosóficos están en el fondo del conflicto entre sexos? Quizá la definición del ser sexual; pues no diremos que la femineidad o la masculinidad se reducen a los genitales sino que representan mezclas diversas de químicos en el cerebro.

¿Se puede entender al feminismo militante no sólo como algo en contra de la opresión entre sexos sino también como una oposición a la dominación de un humano sobre otro, por el mero poder (aquí simbolizado por las gónadas masculinas)? Pues quizá su protesta no sería al respecto de genitales sino al respecto de cerebros; es decir, de mentalidades. En tal caso, la rebeldía y el estruendo de la protesta feminista hablan no sólo por las mujeres sino por todo aquel sometido bajo dominio o prepotencia machista, ejercida a manos tanto de hombres como de mujeres por igual.

La dominación que pretendo aludir es, por analogía, aquella del proxeneta o intermediario que explota a otros, apropiándose de sus talentos o sus cualidades como si le pertenecieran; talentos y cualidades que por sí mismo nunca tendrá; y no para beneficios proporcionados y mutuos sino desproporcionados e injustos. En algunos casos se puede observar tal juego de poder en relaciones patrón-jefe/empleado-subordinado, sacerdote/feligrés, legisladores/mujer-con-embarazo-no-deseado, piel-blanca/piel-no-blanca, etc. En general, las forma de opresión que algunos intentan ejercer desde supuestas posiciones de poder, en su infinita sabiduría, sobre lo que otros deben ser, pensar, decir, hacer.

Dado que la misoginia de las religiones institucionalizadas suele ser uno de los objetivos de las protestas feministas, ¿serán acaso esas, las de la imagen, las gónadas del dios antropomórfico?